La estrella posa su circulo en la punta
del árbol.
del árbol.
La noche la acompaña y deja su piel
de amuleto en alguna de las ramas.
de amuleto en alguna de las ramas.
Solitarias estridencias a lo lejos como
minerales de carne, nos llaman.
minerales de carne, nos llaman.
Pero, insertamos ese sueño en una piedra
de vidrio tocada por el agua.
de vidrio tocada por el agua.
Indicios de lenguajes despiertan entre
revelaciones de escamas y manantiales.
revelaciones de escamas y manantiales.
Los colores se borran entre solitarias
escaleras de poesía.
escaleras de poesía.
La noche vuelve al filo del travesaño y
deambulan los mástiles.
deambulan los mástiles.
Expediciones de plastico a la aurora,
horizontes como los que en sueños oculta
la sangre.
horizontes como los que en sueños oculta
la sangre.
Nombres de ángulos se suman a la belleza
invocando ferrocarriles.
invocando ferrocarriles.
Practicas de grutas entre lagunas
decoran de brea un cisne portatil.
decoran de brea un cisne portatil.
Dioses ceñidos al lampo como en las
revelaciones.
revelaciones.
Naturalezas de inmensidades y el sol,
donde el crepúsculo también grita un
poema.
donde el crepúsculo también grita un
poema.
Saetas de musgo donde la humedad libera
su primera oración.
su primera oración.
Saetas de fertiles calles donde los
animales escriben del hombre.
animales escriben del hombre.
Estrellas; todas en las barajas del
gitano.
gitano.
Prodigiosos calendarios de materiales
amarillos, ofrecen al trance la continuidad
de un ejercicio sobre los estertores; uno
que revele el sonido de otra manera.
amarillos, ofrecen al trance la continuidad
de un ejercicio sobre los estertores; uno
que revele el sonido de otra manera.
Y nuevamente la estrella posando su
circulo sobre los árboles...
circulo sobre los árboles...
Hasta que el universo nos encuentre
quietos, infinitos, inmoviles.
quietos, infinitos, inmoviles.